miércoles, 5 de septiembre de 2012

Tizayuca y su inédita lucha contra el crimen y la inseguridad


 

 
El alcalde Núñez  y su innovador sistema policial

 
Tizayuca y su inédita lucha contra
el crimen y la inseguridad

 

 

 

Después de muchos años, la ciudadanía vuelve

a sentirse segura a través de mecanismos de

prevención como las alarmas vecinas que ya

protegen a cinco mil hogares.

 

 

Texto y fotos: Antonio Ortigoza Vázquez/enviado

 

 

 

TIZAYUCA, Hgo.-Mientras en diversos municipios  del país  el problema de la inseguridad se acrecienta convirtiéndose en una ecuación política y social imposible de resolver, en Tizayuca,  a través de un cambio de fondo en la depuración de mandos,  renovación de equipos  e implementación de nuevos esquemas de atención y participación ciudadana,  de enero a la fecha los índices delictivos han sufrido una baja sensible.

Rompiendo los viciados paradigmas impuestos por los intereses creados  y la  corrupción, el alcalde Juan Núñez Perea, le ha apostado a la recuperación de la seguridad y la confianza de los ciudadanos como una de las prioridades en su gestión, obteniendo logros que parecían inalcanzables. Uno de ellos, dotar de 500 alarmas vecinales, protegiendo a  un promedio de 5 mil hogares en el municipio.

Medida que además de tener una clara aceptación de la sociedad ha contribuido a bajar de manera sensible los robos a casa habitación, devolviendo además la tranquilidad a muchas familias que antes de la puesta en marcha del proyecto temían incluso que sus pequeños jugarán en calles de unidades habitacionales como La Hacienda de Tizayuca, una de las zonas beneficiadas con este programa.

El caso Tizayuca llamó poderosamente la atención de Expediente Ultra, pues a nuestras manos llegó un estudio elaborado por la Secretaría de Seguridad Pública de ese ayuntamiento donde se daba cuenta de notorios avance en tan sólo ocho meses de gestión, algo sencillamente digno de análisis pero también de investigación pues no son pocas las ocasiones en que algunas administraciones maquillan las cifras para adjudicarse inmerecidos logros.

En el  documento de evaluación y diagnóstico elaborado por  la nueva administración de Tizayuca se estableció con claridad el deplorable estado en que se encontraban las unidades de la Secretaría de Seguridad y de Bomberos, a su llegada en enero pasado; de las 53 unidades recibidas   en el área de Seguridad, sólo funcionaban cuatro, y de las 15 del área de bomberos se mantenían en pie sólo tres. Es decir, que con sólo siete unidades se debía dar atención a los llamados de auxilio y emergencia de una población superior a los 200 mil habitantes.

Lo anterior era un claro reflejo del abandono en que se tuvo a la Seguridad Pública, quizá por ello, entre sus primeras acciones  realizadas por el Presidente Municipal, Núñez Perea, decidió nombrar  como su primer nombramiento, el del comandante Floriberto Hernández Chávez, un experimentado policía que hacía 18 años llegó a Tizayuca y quien ajeno a padrinazgos o recomendaciones políticas lo avalaba su incuestionable trabajo y honestidad profesionales.

PARTIENDO DE CERO

Bajo la premisa impuesta por el alcalde  de “cero corrupción”, Floriberto Hernández Chávez, muy pronto supo que enderezar el barco de la seguridad en Tizayuca, tanto en su operatividad como en sus recursos humanos no sería nada fácil. Sin equipo adecuado para trabajar y rodeado de elementos que eran señalados con el dedo acusador de la sociedad como proclives a la corrupción, el nuevo Secretario no se arredró a sabiendas de que contaba con todo el apoyo del nuevo munícipe.

El nuevo encargado de la seguridad tampoco le dio la vuelta al examen que le practicaron las autoridades federales para comprobar si la persona  nombrada como Secretario de Seguridad por el alcalde Juan Núñez Perea era la  correcta  para que el ayuntamiento se hiciera merecedor a los diez millones de pesos de apoyo por parte SUBSEMUN (Subsidio para la Seguridad Municipal). Las instancias federales corroboraron que la elección del alcalde era la adecuada como también lo era su  firme intención de mejorar en su conjunto a los cuerpos de seguridad, cuya área de influencia abarca incluso el control y manejo de la cárcel distrital, además de los Bomberos y Protección Civil.

Lo sucedido en Tizayuca puede decirse que es una muestra inapelable de los resultados que pueden obtenerse en el corto plazo cuando se emplean de manera adecuada y transparente los recursos en materia de seguridad. Veamos por qué: a la fecha fueron reparadas un total de 13 unidades en el área de Seguridad Pública, la administración adquirió otras 34 y ocho más fueron compradas con recursos del SUBSEMUN hasta sumar un total de 55 unidades que vigilan día y noche las avenidas, colonias y comunidades del municipio. Las unidades funcionando en el área de bomberos ahora son ocho, todas en perfecto estado listas para atender cualquier contingencia.

Pero es obvio que no basta con tener unidades nuevas y bien equipadas para bajar los índices de criminalidad, hay que operar cambios y algunos de ellos se han dado gracias también a la certificación que las autoridades federales otorgaron a  Floriberto Hernández a quien otorgaron al cargo de “Comisario”; mismo que ostenta a la par del de Secretario de Seguridad Pública. Fue así que en esta dinámica de operar cambios de fondo con el apoyo del alcalde, se cambió la antigüa estructura de los mandos policiacos donde antes existía un Secretario; cinco Directores; 15 comandantes y 79 operativos (tropa).

Ahora,  el organigrama es distinto y consiste en la designación de un Comisario; un Policía Tercero Jefe de Unidad de Análisis; un Policía Tercero Jefe de Unidad de Reacción; un Suboficial; tres Policías Primeros, cuatro Policías de la Unidad de Análisis; nueve Policías de la Unidad de Reacción; diez Policías Segundo; 28 Policías Tercero y 78 policías (tropa). Un total de 36 elementos más en la corporación. Cabe señalar que muchos de los anteriores miembros  dejaron de pertenecer a la misma por propia decisión o fueron dados de baja al comprobárseles su proclividad a  las viejas prácticas de corrupción como el “entre”,  la “mordida” o la “extorsión”, que ya no iban a tener cabida. Un total de 54 de ellos son ahora ex policías. Parte de la nada fácil depuración aplicada por la nueva administración municipal.

Una vez iniciada la transformación, y como indica en charla con este medio el Comisario Floriberto Hernández, hubo que darse a la tarea de hacer la estrategia para, a la vez de combatir a la delincuencia, ganar la confianza de la ciudadanía, para cual dice, se basó en un  proyecto que tuviera premisas tales como Cero Tolerancia aderezada de una mística de servicio y ayuda a la gente. “Esas  metas las convertimos en gráficas y documentos”, por lo que contando con la radiografía de los problemas y retos que enfrentaba el municipio se dieron a la tarea de ponerse a trabajar, dividiendo, por ejemplo, para una mayor atención de respuesta rápida, en cinco sectores al municipio.

Claro que acepta que la nueva dinámica y mística de trabajo no ha sido del todo grata para algunos elementos que incluso se han ido  a quejar con los regidores  y hasta el alcalde de ser “sobreexplotados” por el recio e inquebrantable jefe policiaco que acepta, no puede darse ni un minuto de tregua al día a los delincuentes que luego de varios meses de intensos operativos han empezado a caer en manos de las autoridades.

Y las cifras no mienten como tampoco el mayor número de ingresos a la cárcel distrital de Tizayuca que de enero a la fecha, en palabras de su Director, Hugo Susano García,  ha visto crecer su población de cien a 172 internos; de hecho, también el manejo y vigilancia del  penal de la localidad  recae en el área de Seguridad Pública Municipal.  Y no es para menos el incremento de los reos pues a diferencia del 2011 en que durante todo el año apenas y fueron aseguradas 673 personas por incurrir en algún delito, en los primeros ocho meses del 2012 el número asciende a mil 493 remisiones. Infractores que lo mismo han sido presentados al Ministerio Público Federal,  al Ministerio Público del Fuero Común que al ámbito del Conciliador Municipal.

Cuando se analizan algunas de las acciones y estrategias emprendidas por el alcalde  Juan Núñez Perea se entiende el por qué el incremento de las detenciones y la disminución de los delitos, incluso vale la pena analizar algunas de las acciones preventivas como la instalación de alarmas vecinales que han dado tan buenos resultados.

Sobre éstas últimas y en un recorrido hecho por Expediente Ultra por colonias y unidades habitacionales del municipio, se pudo constatar  su funcionamiento y eficacia. Pero, ¿en qué consisten? Las alarmas con instaladas en los habituales postes de la energía eléctrica y de ahí son conectadas por técnicos de la propia Secretaría de Seguridad Pública a los hogares de los vecinos para que sean accionadas con sólo apretar  un botón. El sonido que emiten es de tal sonoridad que es casi imposible no ser escuchadas a varias cuadras a la redonda. El costo a los habitantes es muy bajo, apenas deben comprar un poco de cable y el timbre. A cada alarma se conectan un promedio de diez casas.

“NOS DEVOLVIERON LA TRANQUILIDAD”

Jazmín Ordoñez Martínez tenía seis años viviendo en la Privada Pirineos del fraccionamiento Haciendas  de  Tizayuca y con el alma vuelta al cuerpo dice al enviado que luego de la instalación de las alarmas hay más confianza y seguridad para  los vecinos. ¿Han servido y funcionado las alarmas? Sin dudarlo responde que sí pues ya han sido tres las ocasiones, dice, en que han visto gente desconocida o autos que no son los de los vecinos,  rondando la calle y al accionarse la alarma, han salido los vecinos el tropel a preguntar a los intrusos qué desean o a quién buscan. Al verse sorprendidos han optado por huir pues saben que una llamada a los cuerpos de seguridad  traería a la policía en unos cuantos minutos.

Opinión que también comparten Hilda Reyes y Ofelia Pérez Martínez de la Privada Hacienda Metepec que no dudan en afirmar. “Gracias a Dios nos volvió la tranquilidad desde que pusieron las alarmas”. Y es que el sistema tiene sus ventajas pues aún los niños estando solos en sus hogares, pueden  accionar el botón para alertar si corren  peligro, sabiendo que de inmediato los vecinos acudirán en su auxilio y reportarán cualquier anomalía a la policía. Ahora es común verlos  jugar en las calles del citado fraccionamiento, y  despreocupados dejar  sus bicicletas tiradas en sus jardines sin temor a que se las roben.

Quizá una de las mayores virtudes de la nueva estrategia del Presidente Municipal y el Comisario es el que se ha invitado  a participar a la sociedad; hay otras colonias donde se han integrado brigadas vecinales que mantienen permanente y estrecha comunicación con la policía. Tales son los casos de El Mio Cid con 21 brigadas; Olmos, 48; Cuxtitla, 26 y Rojo Gómez, 45.  

OPERATIVOS EN MARCHA

Pero no es sólo con las alarmas vecinales la forma en que las autoridades municipales de Tizayuca han decido apretar al crimen organizado y a la delincuencia; la labor de prevención y educación está jugando un papel muy importante: no sólo en las escuelas sino en el auditorio municipal, los fines de semanas, se imparten cursos a niños y adolescentes  para orientarlos acerca de problemas como el bullying, educándolos además para que a su vez transmitan a sus padres consejos para evitar problemas como el alcoholismo y la violencia intrafamiliar, incluso para evitar que sus progenitores  se pasen un alto, lo que les representará el pago de una multa.

Estas pláticas y talleres instrumentados en las escuelas han orientado  hasta el presente mes a un total de 6 mil 701 alumnos y 848 padres de familia, mediante 159 pláticas y talleres en 25 planteles educativos. También en las escuelas se realiza de manera permanente el operativo mochila, que ha permitido revisar a nueve mil 557 alumnos, evitando de esta forma la introducción a los planteles de armas de fuego, punzocortantes o cualquier tipo de sustancia tóxica.

Los talleres incluyen valiosa información a los ciudadanos al abordar no sólo temas como la educación vial, la prevención en materia de alcoholismo  y la seguridad vecinal, sino además otros rubros como la seguridad en centros comerciales, en cajeros automáticos, en lugares públicos, en carreteras y otras zonas de riesgo.

Otro de los sectores sobre los que se mantiene una constante revisión es el del autotransporte, tanto de pasajeros como privado. En lo que va de la presente administración las cifras son dignas de tomarse en cuenta y hablan del por qué han disminuido drásticamente los delitos en ésta área. Las revisiones practicadas a vehículos particulares suman un total de 910 unidades con la consecuentes revisión a 2 mil 730 personas; en taxis las unidades checadas son del orden de las 12 mil 558 unidades con un total de 42 mil 588 usuarios y choferes revisados; y en el área de los autobuses la cifra de unidades revisadas llegada nada menos que 2 mil 538 unidades haciendo un total de 17  mil 691  pasajeros revisados, en líneas tales como ADO, ODT, ODZ, Tizayuca y Valle del Mezquital.

LOS RETOS A ENFRENTAR

La inédita y expedita acción contra la delincuencia en Tizayuca sin duda implicará retos al corto plazo. El Comisario Floriberto Hernández, incluso está consciente de los riesgos que representa el haber cerrado ya 28 narcotienditas que hasta antes de la llegada de la presente administración operaban con toda impunidad en el municipio. “Soy un hombre que se crió con firmes valores, incluso no traigo escolta ni chofer, tengo una carrera de 34 años que ha sido limpia y sé los riesgos que corro, pero estamos aquí para servir a la sociedad. Aquí no se puede inventar números ni resultados; ni modo que le diga al señor presidente: Todo está bien. Y me va a decir: ¿Cómo que todo está bien? Si tenemos quejas de la ciudadanía. Por eso pueden ver a cuántos hemos puestos a disposición de los distintos fueros o del conciliador. Sé también que muchos elementos quisieran verme fuera, pero sé también que estamos luchando por recobrar la confianza de la ciudadanía que es a la que nos debemos y que estamos seguros nos va a dar su voto de confianza para que el señor alcalde, Juan Núñez Perea siga otorgándonos su confianza y apoyándonos”.

Otro de los retos que sin duda deberá atenderse con el apoyo y consenso de las autoridades estatales será la inaplazable creación un Cereso pues además de que la labor del alcalde Núñez y del Comisario Hernández ya muestra resultados al haber más presos en la cárcel distrital, incluso por delitos contra la salud, el viejo inmueble ya se muestra insuficiente sobre todo porque  como explica su director, Hugo Susano García, por ser penal distrital, son enviados al mismo no sólo delincuentes apresados en Tizayuca, sino de otros municipios como Acayuca, Zapotlán y Villa Tezontepec.

Seguramente también habrán de asignarse mayores  recursos para la instalación de más alarmas vecinales, mejor equipamiento para enfrentar el crimen organizado  y capacitación para una nueva generación de policías que deberán sustituir a aquellos acostumbrados a creer que  la labor policial era para su beneficio propio y no de la sociedad. Pero resulta innegable que  lo que está sucediendo en Tizayuca es digno de tomarse en cuenta hasta  como modelo de anhelado “sí se puede”, en materia de seguridad pública en el país, cuando trabajan de la mano,  y en mutua confianza, autoridades honestas y la sociedad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario