martes, 29 de mayo de 2012



La red de fibra óptica, botín para los ricos


 

Liquidar Luz y Fuerza,

por voracidad federal



La conjura contra la CLyFC y el SME se empezó a tejer desde el sexenio de Vicente Fox; las tarifas de la CFE, para empobrecer más al pueblo; se cancelan inversiones por la ausencia de contratos de electricidad; el hidalguense Edmundo Gil Borja, en las turbias licitaciones



Por ANTONIO ORTIGOZA I/ANTONIO ORTIGOZA II



Tan pronto el gobierno federal panista se enteró, casi al final del régimen foxista que los mil 100 kilómetros de fibra óptica que contenía la red de cableado eléctrico en los estados y municipios, antaño cubiertos en materia de electricidad por la Compañía de Luz y Fuerza del Centro podrían ser una forma de allegarle a millones de mexicanos los servicios de telefonía, Internet de banda ancha, televisión por cable y fluido eléctrico por una tarifa única de 400 pesos bimensuales, y con ello afectar los intereses millonarios de los magnates de las telecomunicaciones, como Telmex, Telecom, Sky y otras similares, en 2009 decidió desaparecer a esa paraestatal y de paso también al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), desde el que uno de sus representantes advierte: “Felipe Calderón pronto dejará de ser Presidente de México, pero la lucha del SME es permanente, hasta alcanzar la victoria”

En Pachuca, la capital hidalguense el ex dirigente seccional del SME, Luis Espinosa —actual secretario de debates de la organización sindical— y su sucesor en el cargo, recientemente electo, Víctor Vargas Reyes, hablan de lo anterior, explican a EXPEDIENTE ULTRA el real trasfondo del Decreto de Extinción de la CLyFC, emitido por el Presidente Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, fiel a los intereses de su antecesor, Vicente Fox Quesada, quien hoy le recrimina su fallida guerra contra el crimen organizado y le sugiere legalizar la venta y el consumo de drogas.

¿Enfrentar con una paraestatal a las empresas que hoy son dueñas de las telecomunicaciones en nuestro país? ¿Hacer valer lo que dicta la Constitución General de la República, en el sentido de que el espectro de las telecomunicaciones y de la electricidad es propiedad exclusiva del pueblo mexicano? Tal situación no podía ser considerada por el actual gobierno federal, y la noche del sábado 10 de octubre 2009, el presidente Calderón ordenó a la Policía Federal Preventiva, tomar por asalto todas las instalaciones de la hoy extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Fue hasta el día siguiente (11 de octubre) cuando tal decreto salió publicado en el Diario Oficial de la Federación, una ilegalidad a todas luces que hoy legisladores de izquierda y del centrista Partido Revolucionario Institucional, consideran la punta de toda la madeja de lo que muchos consideran “una traición al pueblo mexicano, condenándolo a más pobreza con los cobros excesivos que fija la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ahora adopta el sistema de medidores de prepago y que son repudiados por miles de usuarios.

Así las cosas, aunque una y otra vez el gobierno federal ha negado que tras la extinción de la CLyFC, en ésta se encuentre inmersa una disputa por el millonario negocio de la fibra óptica, personajes como los ex secretario de Energía Ernesto Martens y Fernando Canales Clariond han aparecido como compradores de los activos de la firma española W-LCOM, misma que en diciembre de 2007 obtuvo una jugosa concesión, a espaldas de los mexicanos y de los propios expertos del SME, para operar durante 20 años los mil 100 kilómetros que comprende la red de cobertura de fibra óptica de la desaparecida empresa paraestatal.

EDMUNDO GIL BORJA, PRIMER “LICITADOR”.- En momentos previos al apoyo que organizaciones internacionales del trabajo, vengan a México para apoyar la lucha del SME, resulta oportuno señalar que a la mesa de negociaciones en la Secretaría de Gobernación, tendrán que llegar las turbias licitaciones hechas en el pasado por funcionarios como el hoy ex director y el ex subdirector de  la extinta CLyFC, Jorge Gutiérrez Vera y el hidalguense Edmundo Gil Borja, respectivamente, que suscribieron un contrato de arrendamiento del cableado eléctrico de la zona de influencia que tenía la LyFC, a espaldas del SME con la empresa WL Comunicaciones, S. A. de C. V. (ver faccímil)

Estudios realizados desde 2006 por los técnicos de la dirigencia del SME permitieron establecer que si la CLyFC operaba tal red para la dotación simultánea de voz, video, Internet y fluido eléctrico, habría estado en situación de obtener recursos anuales extras por 100 mil millones de pesos, con lo que se sanearían sus finanzas, y le permitiría a la paraestatal brindar esos cuatro servicios en forma gratuita a todas las escuelas y a comunidades indígenas marginadas. Pero eso no lo podía permitir el gobierno federal, porque afectaría los intereses millonarios de los magnates de la telefonía, televisión por cable e Internet.

FRENO A LA INVERSIÓN INDUSTRIAL.- El 16 de octubre de 2009, en el Distrito Federal, en ocasión del 75 aniversario de Nacional Financiera, el presidente Calderón afirmaba ante los hombres de su gabinete económico e infinidad de empresarios privados, que la CLyFC “era un obstáculo para el desarrollo económico y la generación de empleos  en el centro del país, pues se dejaron de crear 100 mil empleos, lo que representó una disminución en el Producto Interno Bruto de entre medio y un punto”.

A la distancia, esta frase presidencial se asemeja a las que Calderón profirió como candidato a la Presidencia de México en 2006, en cuanto a la tenencia vehicular y la reducción de impuestos “para favorecer a los que menos tienen”.

Hoy en día, el asentamiento de nuevas industrias, comercios y demás establecimientos privados para la generación de empleos, aparece cancelada en la zona que fue de influencia de la CLyFC, pues ningún inversionista podrá establecer contrato de suministro de energía eléctrica con la CFE, porque en ese momento, esta paraestatal se convertiría automáticamente en patrón sustituto de Luz y Fuerza, con la consecuente recontratación de los más de 16 mil electricistas afiliados al SME, que hasta la fecha no han aceptado la supuesta liquidación federal, que en los hechos “es una renuncia voluntaria que ninguno de nosotros aceptaremos”, dicen Espinosa y el nuevo dirigente sindical del SME en Hidalgo, Vargas Reyes.

Enterados de todo los sucesos entre el gobierno federal y su organización sindical, ambos entrevistados revelan que “los compañeros que aceptaron la liquidación, en su mayoría, están en la miseria. No consiguen empleo, lo mismo que nosotros, pues el Instituto Mexicano del Seguro Social, tan luego sabe de una contratación, de inmediato alerta a los patrones de que el solicitante de empleo es ex electricista del SME, y entonces no hay chamba para nadie”.

“Nos enteramos, como sindicato, que por medio del Departamento de Telecomunicaciones de Luz y Fuerza que estaba disponible una red de fibra óptica, por el que ya entonces dirigente Martín Esparza dio instrucciones para que se realizaran estudios  de factibilidad para calcular la estimación de dar un servicio de esa naturaleza, y en Pachuca se dieron pruebas muy satisfactorias”, precisan.

En la revisión de contrato 2008-2010 que es la revisión del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) se firma en ese momento un convenio de productividad para darle viabilidad financiera a la empresa; se vieron algunos aspectos, pero principalmente de lo que estamos hablando es de la fibra óptica que en su cláusula décima nos dice:

“Con el propósito de facilitar el acceso de la información, a precios y calidad competitivos en la zona de influencia de la CLyFC, las partes se comprometen a realizar en forma conjunta  los estudios de factibilidad técnica, jurídica y económica para gestionar ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Comisión Federal de Telecomunicaciones, la obtención de una concebíos  de red pública de telecomunicaciones, para la prestación de transmisión de servicios de transmisión de voz, datos y video, a través de una filial de Luz y Fuerza creada para ese fin, aprovechando la infraestructura del organismo”

Si los integrantes del Congreso de la Unión —que no sean panistas— ven a detalle el trasfondo de la fibra óptica se podrán dar cuenta de las múltiples corruptelas que arroparon el Decreto de Extinción de Luz y Fuerza y sabrán que su supuesta inviabilidad financiera que tanto arguyen Felipe Calderón y su secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, carece del más mínimo sustento.

El rico filón que representa el manejo de la red de fibra óptica de la liquidada empresa era la piedra de toque para que tanto la CLyFC, como los trabajadores y la población en general del centro del país salieran beneficiados. Pero esa no era la intención del gobierno federal; el negocio ya estaba comprometido y repartido para gozo y fortuna de unos cuantos.

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