martes, 29 de mayo de 2012

El Palmar, criminal ecocidio de panistas en Isla Mujeres


Villas de El Palmar


Miopía de SEMARNAT






El Palmar, criminal ecocidio

de panistas en Isla Mujeres







Villa Groups destroza manglares, humedales, palma chit al construir  sobre la duna costera el gigantesco desarrollo turístico cuando la vocación de la zona es de bajo impacto; los dueños del complejo son la ex senadora Eva Contreras Sandoval y su esposo, el ex alcalde de Puerto Vallarta,  Fernando González Corona

Por: Antonio Ortigoza Vázquez 


Con la  anuencia  y miopía de las autoridades ambientales de los tres niveles de gobierno en el Estado, la ex senadora panista y  ex Presidenta de la Comisión del Medio Ambiente de la Cámara Alta, Eva Contreras Sandoval y su esposo Fernando Gonzáles Corona, ex edil de Puerto Vallarta,  consuman en Punta Sam, Isla Mujeres, zona conurbada con Cancún, un descomunal deterioro ecológico a través del desarrollo hotelero que erigen sobre una vasta zona de alta fragilidad ambiental.



A pesar de las denuncias y voces de rechazo que ha habido en Cancún e Isla Mujeres por la mole de concreto que se construye sobre la duna costera y una carretera que fue clausurada para dar paso al hotel, el poder político de la senadora y el poder económico del ex alcalde Vallarta han permitido que la magna obra avance sin contratiempos en su primera y segunda etapa.



Aquí sobre un terreno que estuvo en litigio por muchos años los inversionistas dieron paso a la impune devastación de diversas especies de manglares, humedales y palma chit entre otras especies protegidas, así como al relleno de sascab en la frágil zona. Donde antes reinaba la belleza natural se dio paso  a la construcción de edificios de concreto sobre la duna costera, como parte del millonario proyecto turístico y condominal denominado Villas “El Palmar”.

Ahí en Punta Sam a escasos 50 metros del Palacio Municipal, en  la zona continental de Isla Mujeres y la vista de todos los isleños se consuma la devastadora obra desarrollada por Villa Group S.A de C.V, propiedad del ex alcalde de Vallarda, Fernando González Corona y su esposa la senadora ex Eva Contreras, quienes incluso fueron demandados por una invasión al predio contiguo en esa misma zona. Pero extrañamente ninguna de las instancias ambientales, responsables de aplicar la ley en la materia, hacen nada para impedir el ecocidio.





Vasta un simple recorrido por la obra para dimensionar la devastación, la tala y relleno de mangle, así como la  depredación de palma chit y  el relleno con sascab. La imponente obra se consumó en total impunidad con el desplante y uso de concreto sobre la duna para levantar el condominio de casi 700 departamentos  que superan una inversión de mil 600 millones de pesos.



A la fecha la Profepa, dependiente de la Secretaría del Medio Ambiente federal (Semarnat),  sólo ha procedido a la ridícula clausura de una barda perimetral porque no tenían permiso, pero no ha visto la tala de mangle, el relleno de los humedales, la devastación de especies protegidas y la construcción que se ha consumado sobre la duna costera. Lo que ha hecho suponer la existencia de un vergonzoso tráfico de influencias a nivel federal para pasar por alto las irregularidades en la obra.



El artículo 60 TER de la ley General de Vida Silvestre que protege al manglar aquí es letra muerta, ya que a lo largo y ancho, la zona continental de Isla Mujeres es “tierra de nadie”, pero a la vez de grandes casos de corrupción de autoridades que se hacen de la vista gorda  al permitir  no sólo la devastación de la duna y especies protegidas, sino incluso que desarrolladores  ganen terreno al mar o bien metan el mar a sus propiedades y las sobredensifiquen mediante obras totalmente ilegales.



Tráfico de influencias



El 29 de marzo el 2007 la Semarnat negó la autorización de este desarrollo hotelero por sobre pasar densidades y ubicarse en una zona de alta fragilidad ecológica; es decir,  el proyecto no era viable. En marzo del 2008, la entonces legisladora por Jalisco,  Eva Contreras, fue designada presidenta de la Comisión de Medio Ambiente en el Senado, protestando  velar por las políticas públicas en la preservación y restauración de los ecosistemas mexicanos.



Luego se supo que la senadora estaba presionando para que la Cámara Alta aprobara modificaciones a la Ley General de Vida Silvestre, específicamente al artículo 60 TER que reforzaba la protección a los manglares. Detrás  de su postura legislativa  estaba su interés por ablandar la ley y que el descomunal hotel que promovía su esposo Fernando González Corona, obtuviera las  facilidades para ser autorizado por la Semarnat.



Curiosamente, en julio de 2008, la dependencia  aprobó la primera etapa del proyecto hotelero y condominal de casi 700 habitaciones. Fue evidente que la entonces  senadora panista de la Comisión del Medio Ambiente, se sirvió con la cuchara grande y lo sigue haciendo aún sin ostentar el fuero legislativo pues la segunda y tercera etapa del descomunal proyecto  avanzan sin contratiempos.

En el lugar ya hubo enfrentamientos entre trabajadores de la obra y del predio vecino por  la invasión ilegal de la propiedad contigua, incluso Fernando González fue demandado por despojo y daños en propiedad ajena y la Profepa le clausuró en una sola ocasión por hacer obras no autorizadas.



El desarrollo turístico-hotelero de la zona continental de Isla Mujeres se ha convertido en un “botín de oro”, para autoridades federales y estatales como Semarnat y Profepa.

Lo mismo ocurre a nivel municipal, donde la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología, ubicada a unos 50 metros del lugar no ha actuado y por el contrario ha avalado la obra y el peritaje de la misma.



Aunque la ex directora de Desarrollo Urbano y Ecología, Mayra Ayala Rejón,  no autorizó  esta obra inicialmente, a su llegada al cargo debió revisarla y frenarla ante las inconsistencias que presentaba, pero no ha sido así. Cabe destacar que incluso fue ella la primera opción que tuvo Villas El Palmar, para que fungiera como su perito responsable de obra.



El representante del gobierno municipal en la zona continental, el ex alcalde Jorge Martínez Peña, fue también perito responsable de esta obra; es decir,  era juez y parte, lo cual fue avalado por las autoridades municipales en medio del juego de intereses que existen en torno a este y otros desarrollos de la zona,  donde el manejo de los peritajes se ha prostituido  al antojo de la autoridad, independientemente de las irregularidades que imperan en el megadesarrollo.



Aquí  ha salido a  relucir el tráfico de intereses del ex alcalde de Vallarta y la senadora Eva Contreras para que Semarnat les autorizara la construcción del hotel y Profepa no haga nada, y de paso cuenten con la complicidad de las autoridades locales. Urge que tanto el Congreso Local como el Federal investiguen quiénes son los responsables de consentir éste crimen ecológico, ante la fecha sin sanción alguna.





CAJA DE DATOS



Nombre. Villa “El Palmar” Beach Resort y Spa

Ubicación: KM 5.2 carretera Punta Sam- Isla Mujeres

Condominios totales: 698 unidades

Primer rechazo de Semarnat: 29 de marzo del 2007.

Reingreso a Semarnat: 6 febrero del 2008

Resolución de la DGIRA: 30 de junio del 2008

Autorización: Primera etapa 7 Edificios con 244 unidades

Pendiente: Segunda etapa con 211 unidades y tercera etapa con 243 unidades

Total de edificios: 19

Construcción total: 176 mil 700 m2

Superficie: 156 mil m2 de extensión

-Densidad: 113 cuartos por hectárea.

-Inversión 1,600 mdp





RECUADRO





                       LOS BUENOS PROPÓSITOS ECOLÓGICOS





En su Plan Estatal de Desarrollo 2005-2011, sobre el rubro de  la planeación y ordenamiento territorial visión 2025, el ex gobernador Félix González pretendió un Quintana Roo, con distribución equilibrada de centros de población y actividades económicas, que manejarán adecuadamente sus recursos naturales y promovieran el bienestar económico y social de su población con la planeación consensuada, congruente, consistente y en constante actualización, para promover el uso adecuado del territorio bajo una obligatoriedad jurídica necesaria para su eficaz aplicación.



El Programa Subregional de Desarrollo Urbano del corredor Cancún – Riviera Maya, visión 2025, Región Caribe Norte de Quintana Roo, establece como normas para la preservación de áreas de alto valor ambiental ecológico, específicamente: “con relación a arrecifes y manglar”:



·         No se permite modificar el contorno costero del litoral del estado y de las caletas, eliminando el manglar y los pastos marinos, ni la alteración de la calidad del agua.

·         Se prohíbe los dragados,  apertura de canales, boca y cualquier obra o acción que afecte a la comunidad coralina y la línea de la costa.

·         No se permite la infraestructura recreativa y de servicios sobre el cordón de las dunas frontal.

·         La construcción de edificaciones podrá llevarse a cabo después del cordón de dunas, a una distancia no menor de 40 mts de la zona federal, o sean 60 mts y en altura máxima de 6 mts.

·         No se permite la remoción de la vegetación natural en el cordón de las dunas, ni la modificación de estas.

Por lo que respecta al proyecto de condominios denominado “El Palmar”, ubicado en la zona de Punta Sam, se han violentado y se siguen infringiendo todas las anteriores recomendaciones que dictan las leyes y reglamentos Federal, Estatal y Municipal.



Se rompió la duna y se pretende meter el mar en tres medias dunas dentro del predio a donde se encontraba la Carretera Puerto Juárez – Punta Sam.  



En el desplante de las obras, estas se desarrollan  a partir de la zona de playa y dunas, que está compuesta por plantas pioneras que se agrupan en macollos o manchones, que evitan la erosión, al removerlas propician el deterioro ambiental por lo que la empresa que impulsa esas obras ya cayó en un delito ambiental.



Por si fuera poco, sobre el cordón de dunas se está construyendo una obra recreativa por norma prohibida. Se pensó que la tecnología, la investigación científica por parte de los ingenieros y arquitectos habían asimilado los errores que se cometieron en las playas de Cancún a la vista todas erosionadas. Pero la historia lamentablemente se repite.



Por otra parte, en el proyecto “El Palmar” se aprecia la enorme destrucción vegetal de la zona de manglar,  ya  rellenada,  para dar paso a las plataformas en la construcción de los edificios condominales.

No podemos dejar pasar por alto que “El Palmar” está sobre densificado, en tal forma que la ex Directora de Desarrollo Urbano, Mayra Ayala Rejón, parece que olvidó que: “El coeficiente de ocupación del suelo (COS), es la relación aritmética existente entre la superficie construida en planta baja y la superficie total del terreno”.



Mientras que: “El coeficiente de utilización del suelo (CUS) es la relación aritmética existente entre la superficie total construida en todos los niveles de la edificación y la superficie total del terreno.



Las fórmulas para la obtención de los valores reales de estos coeficientes son los que los peritos responsables no aplican,  como tampoco hacen caso a las leyes ecológicas que son también  su responsabilidad. Todo está basado en el mercado creciente del peritaje y la ley de la oferta y la demanda que se genera dentro del Colegio de Arquitectos e Ingenieros de Isla Mujeres.



Proyectos que como El Palmar, Península y Playa Mujeres, ahora sobre densificados con tendencia al cambio de hotelero a condominal, deben ser observados con detenimiento  por las autoridades y el derecho ambiental, debido al alto riesgo del impacto urbano y el deterioro ecológico de la costa.

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