Señala el asambleísta, Agustín Torres
El Distrito Federal a un paso de
convertirse en el estado 32
En entrevista exclusiva con Expediente
Ultra, explica que el próximo año podría
iniciar sus trabajos un
Constituyente que
dote de una Constitución y un Congreso
Local a los nueve millones de capitalinos
Por Ignacio León Montesinos
Fotos Especiales de Carlos Baez
Insta a los priístas a responder a sus electores |
La eventual aprobación de la Reforma Política en el Congreso de la
Unión que permitirá al Distrito Federal
constituirse en el Estado 32 de la República Mexicana con una Constitución y un
Congreso Local propios, dejando atrás el viejo concepto de que los capitalinos
son “ciudadanos de segunda”, implicaría, por
añadidura, la mutación política y
administrativa de las delegaciones por municipios y un trato presupuestal más
justo pues al no tener el rango de entidad, la capital del país dejó de percibir en la última década, recursos anuales por
diez mil millones de pesos.
Quién hace el anterior
diagnóstico luego de los foros
realizados en 15 de las 16 delegaciones de la ciudad de México, sobre el
trascendente asunto, es el Presidente de
la Comisión para la Reforma Política de
la Asamblea Legislativa, Agustín Torres Pérez, quien en amplia entrevista con Expediente
Ultra exige sin reticencias ni ambages una inaplazable definición
política al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera sobre el tema en cuestión y
su relación, de adherencia o rechazo, con el PRD.
En el actual contexto, resulta
indudable que buena parte de la
responsabilidad política para sacar airoso el histórico proyecto, descansa en
la persona del asambleísta que tampoco duda en calificar de “irresponsables”
con sus electores a sus pares priístas que hasta el momento no han acudido a
una sola de las sesiones de la comisión como tampoco han participado en los
foros delegacionales. “No se mueven, el PRI nacional no les da línea”, enjuicia
Torres Pérez.
Es en la cafetería del recinto parlamentario de
Donceles, decorada en sus paredes por facsímiles de Frida Kahlo y Diego Rivera,
el sitio donde se verifica la extensa charla. El también ex delegado de
Cuauhtémoc comenta que, hasta el momento, la tarea ha sido ardua pues implica,
para su buen término, un procesamiento político incluyente que sensibilice no
sólo al Congreso de la Unión, sino a la mayoría de los Congresos Locales del
impostergable compromiso por dotar a la ciudad de México de la soberanía a que
tienen derecho sus casi nueve millones de habitantes, sin soslayar la opinión
de los propios ciudadanos que deben conocer los alcances de la Reforma.
A continuación, el texto íntegro
de la entrevista:
Expediente Ultra: En sus foros han tocado un tema importante en cuanto a recursos, dicen:
el DF es el mayor aportados de recursos a la federación, vía impuestos, pero
esto no es equitativo. ¿Cuánto es lo que se va de recursos y cuánto es lo que
regresa?
Agustín Torres Pérez: Estamos
hablando de una aportación aproximada en lo que se refiere en el impuesto
indirecto al IVA del 21 ó 22 por ciento, y el impuesto sobre la renta que es el
que más se recauda en el fisco que es del 26 y 28 por ciento. Ahora, hablando
ya en términos absolutos, en números redondeados, de cada peso nos regresan
doce centavos a la capital. Uno debe de entender que estamos dentro del Pacto
Federal y eso implica que hay que regresar el dinero a los diferentes estados
que requieren de desarrollo e infraestructura, pero lo cierto es que a la
ciudad de México en los últimos diez años se le ha ido disminuyendo el presupuesto
que se le asigna desde la Cámara de Diputados o la Cámara de Senadores, casi
diez mil millones de pesos anuales. Entonces esto si tiene un impacto severo,
porque además nuestra ciudad tiene algo que hemos venido acuñando un concepto
que se ha venido reconociendo que es el de la capitalidad.
Ser la capital no es solamente
que se están aceptando los poderes de la Unión, es que además es un lugar
céntrico, una megalópolis, una metrópolis donde también vienen connacionales del estado de
México, de Hidalgo y de los municipios conurbados a realizar actividades
económicas, culturales y sociales en la propia ciudad. Y eso tiene un costo, desde el financiamiento, el subsidio del
transporte público, particularmente el Metro, conociendo las últimas cifras que
hablan de que el 40 por ciento de los usuarios del Metro no son de la ciudad de
México. ¿Y eso que implica? Que cada boleto del Metro hay que estarlo
subsidiando, pero además los servicios públicos, toda la atención que requiere
la gente que viene a hacer sus actividades al D.F.
Seguramente nos dejan algo, pues
sí fortalecen la economía de la propia ciudad; hay una mayor derrama de impuestos,
seguramente ayudan en derechos y aprovechamientos pero lo cierto es que es
inequitativo. Entonces lo que se necesita es que se reconozca la capitalidad
como un concepto a considerar para la definición presupuestal y en eso estamos
también dando la batalla.
EU: Háblenos un poco de lo
que ustedes llaman: ciudadanos de segunda y ciudadanos de primera.
ATP: Bueno, a mí siempre me ha desagradado el término, tal vez
porque soy oriundo de esta ciudad capital, pero me parece como un concepto
acuñado en el viejo régimen autoritario que prevalecía en el país en que el
partido hegemónico creó ésta idea derivada de los acontecimientos de 1928
cuando se suprimieron los municipios, la vida municipal en nuestra ciudad y se
decía: bueno, como es la capital, al tener un departamento administrativo y al
funcionar las cosas como medianamente funcionaban, salvo cuando sucedió un colapso que fue en
1985, tuvimos la primera señal de que ese modelo de gobierno ya no era vigente.
Entonces vemos que había un argumento además peyorativo, que decían que a
nosotros no nos daban soberanía y la capacidad de elegir a nuestros gobernantes
porque todavía no éramos mayores de edad, la mayoría de edad política.
Y bueno, sobre esto los
eventos históricos recientes, del pasado
reciente lo desmienten. Aquí es donde se generan las luchas de reivindicación
social y política más importantes del país y no porque seamos mejores o
exclusivos que otros ciudadanos del país, no, porque las necesidades han
llevado a que aquí se consoliden las condiciones de apertura, de libertad,
etcétera, por la pluralidad que existe, la participación política y social de
toda la población.
Y por otro lado, ciudadanos de
segunda es un término que se fue acuñando por la demanda histórica de la
reforma política de nuestros propios compañeros, pero creo que ahora se hace
como un auto diagnóstico inconsciente porque decimos: ya no queremos ser
ciudadanos de segunda, lo dicen mis propios compañeros. Y yo les he refutado:
nunca hemos sido ciudadanos de segunda; o sea, la situación de que no
tuviéramos los mismos derechos políticos que los otros ciudadanos del país, el no tener derecho a elegir a nuestros gobernantes, en
principio no nos hace ciudadanos de segunda, nos han conculcado esos derechos
por una aberración política, un enfoque retrograda de nuestros gobernantes que
se mantuvieron en un estatus similar a la corte virreinal. Pero ése término
debería de desaparecer de nuestro léxico porque sí es ofensivo si lo analizamos
bien. El otro día un diputado del PAN, Federico Dörin decía: no es que la
gente sean ciudadanos de segunda sino
que las instituciones no son de primera, entonces eso quiere decir que
políticamente no somos ciudadanos de primera.
EU: En el asunto básico a la reforma al artículo 122 constitucional, llama la atención que el Jefe de Gobierno ya mandó una iniciativa a su partido donde plantea hacer una similitud de ayuntamientos, los municipios en la figura de las delegaciones. ¿Esto en qué cambiaría a la actual estructura de gobierno, cómo impactaría en los servicios y que incidencia tendría en los programas sociales?
ATP: Creo que el primer elemento es de congruencia, quienes hemos
militado en la izquierda desde hace muchos años, nos planteamos que la ciudad
de México debía dejar un régimen autoritario donde todo era monopolizado por el
gobierno central; atribuciones, funciones, el propio presupuesto, y que debía pasar
a un régimen de equilibrios, de transparencia donde las delegaciones realmente
fueran un gobierno y para ser un gobierno se necesita al menos en los enfoques
modernos de la administración pública tener varios elementos, uno de ellos es la gobernabilidad, la
gobernanza la llaman otros; es decir, la capacidad de los ciudadanos de incidir
en la toma de decisiones de los poderes públicos, en este caso el gobierno, y
para ello se necesita democratizar las delegaciones. Yo fui jefe delegacional
en Cuauhtémoc y con conocimiento de causa lo digo: un jefe delegacional tiene
muchas limitantes en cuanto a atribuciones.
Congreso Constituyente en puerta |
Por ejemplo, no puede regular
problemas como el sexo servicio, como el comercio en vía pública, no tiene
control de los cuerpos policiacos pero más allá del control que los
tuviera o no, ni siquiera puede hacer recomendaciones que jurídicamente
puedan ser aceptadas por el Jefe de Sector; no interviene en materia de
vialidad y transporte que es fundamental, de tránsito, de desarrollo urbano. Los
planes parciales de desarrollo urbano se
crean aquí en la Asamblea, las licencias de uso de suelo, la determinación de
los usos habitacionales, todo se legisla en la Asamblea, pero la planeación
urbana como tal no considera a las
delegaciones.
Entonces son temas que si los vemos de una manera
objetiva son sustanciales para la gobernabilidad, de tal manera que tenemos delegados limitados
en esas atribuciones, que no pueden responder a ciertas demandas de la
población, que no tienen facultades para
hacerlo y recordemos que un servidor público puede hacer todo aquello que le
permita la ley, lo que no le permite no lo puedo ejecutar pues puede ser sancionado.
Pero por otro lado, lo que tiene el
delegado es esa facultad de nombrar, poner, quitar, poner a cualquier servidor
público; entonces no hay contrapesos a la hora de decidir el presupuesto ya
asignado y moverlo prácticamente a su antojo. Pero es una sola persona, no hay
un equilibrio, no hay una valoración
colectiva que pueda hacer un balance constante, una evaluación de todo
lo que se va realizando, retroalimentar y legitimar. Y por eso vemos que las
delegaciones, desde mi punto de vista es una tesis que yo manejo, no tienen
todos los recursos que debieran porque no tenemos quien nos ayude a gestionarlos
a nivel federal, particularmente las participaciones.
Hay recursos de fondos de apoyo a
los municipios, de apoyo a la entidad, el ramo 33, entre otros, que lo que buscan es fortalecer la
infraestructura urbana, combatir la pobreza y sus efectos, pero que no llegan a
la ciudad. Primera, porque las delegaciones no somos municipios, el gobierno de
la ciudad no es un estado, pero donde pega más es en la vida municipal, al no
ser municipios no llega este dinero. Pero que tal si todos nos comprometemos,
yo formo parte del gobierno, hay un cabildo o cuasi cabildo, o como se le quiera llamar y ahí está registrado o
está participando el PAN, el PRI y los demás partidos; o sea, se tiene que hacer una tarea común para ir a
pedir a nuestros pares de la Cámara de Diputados y de Senadores que le den más
recursos a la ciudad, que no sea entonces sólo la demanda del gobierno en turno,
en este caso de extracción perredista.
Es decir, ayuda a compartir responsabilidades y legitimar las acciones de
gobierno. Un gobierno sin contrapesos se vuelve una tiranía tarde o temprano.
Afortunadamente las delegaciones tienen un periodo de tres años que, al menos
en mi experiencia, no sirven.
EU: Toca un tema muy
interesante cuando habló de que el 40 por ciento de los usuarios del Metro no viven
en el DF y le comento esto porque creo que esto pega en otras situaciones que
son del ámbito presupuestario, entre ellos el asunto de los fondos
metropolitanos. De hecho ya hay un fondo a nivel federal que enlaza estos
problemas de estados como Hidalgo con ciudades como Pachuca, Tizayuca y municipios
como Ecatepec y el DF, un corredor de problemas metropolitanos. ¿De
qué manera cree usted que al elevar a categoría de estado al DF contribuirá a
hacer más eficiente y equitativo este
Fondo Metropolitano en beneficios de sus habitantes?
ATP: Claro, de eso se trata que haya más recursos, mayor
coordinación o que exista coordinación con las otras entidades.
EU: ¿No existe actualmente?
ATP: Existe regularmente, no existe en materia general en diferentes
temas. Pongo el ejemplo: en regulación de los contaminantes, particularmente de
automóviles. La verificación vehicular de la ciudad de México es más rígida,
más estricta que la del Estado de México, cuando uno no quiere verificar en la
ciudad de va al Estado de México y la pasa más rápido; o sea, no hay tanta
vigilancia y transparencia como se tiene en la ciudad y nos impacta
definitivamente. El problema de la seguridad pública, nos brincamos a otro
municipio y entonces son otros los responsables de poder atrapar o perseguir la
delincuencia que se puede generar en la ciudad o en las delegaciones
colindantes; o a la inversa, el reglamento de tránsito que se hizo ya de manera
coordinada con el Estado de México, pero su aplicación es una cuestión de voluntad política, no hay un
instrumento legal que obligue a que así sea. Entonces, en el tema metropolitano
creo que los tres partidos mayoritarios están totalmente de acuerdo, que se
introduzca como parte de las reformas, derivadas de la reforma constitucional y
que se traduzcan en una Constitución Política Local donde estos temas también
se consideren a rango de ley y no sea sólo la voluntad política del gobernante
o de los gobernantes, de la buena o mala relación que puedan tener.
EU: Y en efecto, como usted
lo apunta: los municipios son beneficiados de esos recursos públicos por tener ése
carácter y las delegaciones no, pero otro problema que se está presentando y
que es importante tocar. El compromiso 91 del Pacto por México habla de la
Reforma del Distrito Federal pero parece
que el PRI no da señales de vida en el DF al respecto, tengo entendido que en
la comisión que usted preside no se han aparecido sus asambleístas ni tampoco en los foros, ¿qué
lectura le da usted a esto?
ATP: Bueno, en primera instancia, yo creo que de irresponsabilidad
política, de una falta de compromiso con sus electores porque tienen una
votación también importante en la ciudad que debería de llevarles a hacer una
reflexión ética de cuál es su proceder en la asamblea y sobre todo en un tema
tan relevante. Yo creo que en el tema de la Reforma Política nadie puede
aislarse ni excluirse por muto propio; más allá de una posición nacional que es
lo que yo he sabido que ocurre, es decir: si no les dan línea desde el PRI
nacional, no se comprometen. No lo dicen
públicamente pero con algunos de nosotros lo platican. Y no lo platica el
coordinador ni el vicecoordinador, lo platican los diputados que sienten la
necesidad de participar, porque también hay que diferenciarlo, hay diputados muy
responsables del PRI y otros que de plano no les interesa el tema porque creen
que todo se va a resolver en una negociación nacional y que no debe aportar
nada la Asamblea porque ellos mismos minimizan al órgano legislativo local,
cuando somos algo así, como dirían los abogados en un litigio, los que tenemos
el interés jurídico principal. Con el diputado Tonatiuh González Case, su
coordinador, no me he reunido ni una
sola vez y es integrante de la comisión. Y en la Cámara de Senadores, en la
comisión del DF participan varios senadores del PRI y han estado en las sesiones en que a
mí me han invitado. Sí hay una responsabilidad nacional pero hay una negligencia
política en la atención a la ciudad.
Miguel Ángel Mancera. Le exigen definiciones |
EU: El Jefe de Gobierno ya
fijó algunos plazos referentes a una Asamblea Constituyente que sería histórica,
y se habla del 15 de mayo al 30 de agosto del 2014 ¿cree usted que esos plazos
se van a cumplir, que son suficientes
para consensar una reforma de tal dimensión?
ATP: Yo creo que sí, siempre y cuando se apruebe en este periodo
ordinario en la Cámara de Diputados y de Senadores las modificaciones
constitucionales.
EU: ¿Básicamente el artículo 122?
ATP: Sí da tiempo, cambiar ése y los correlativos, se tendrían que cambiar otros. Yo creo que es
suficiente el tiempo, la cuestión del debate es
que ya está sobre diagnosticada la Reforma Política, lo que necesita la
ciudad, hay elementos innovadores para retroalimentarla, estos foros nos han
permitido reconocerlos. Ya los conocíamos y los reconocemos, como por ejemplo, el
estatus de las delegaciones que es una disputa que se tiene al seno de los
partidos, y no tiene que ver con este contexto. En el PRD tenemos dos posiciones: más facultades a las
delegaciones y descentralización presupuestaria; y la otra que dice: el
gobierno central mantiene el control de aspectos relevantes, por eso existe un
INVEA (Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal) que no
debería de existir.
En ningún otro estado de la
República se tiene una institución de tal naturaleza, ése es un ejemplo de que
ocurre cuando centraliza el gobierno algunos temas porque se tiene una óptica
de la vida regencial, desde antes del 90, y eso, en el PRD, nos tiene en una disputa. Creo que con los
foros, con la discusión que se ha dado con académicos, investigadores, los
conocedores del tema, lo que dicen es:
descentralización. Si uno mira hacia el mundo a los países desarrollados, están creando más agencias del gobierno, descentralizadas, para estar más cerca de los ciudadanos y les
dotan de facultades, de autonomía técnica y en la ciudad vamos al revés con
nuestros propios gobiernos, es una disputa.
Pero también en el PAN hay
disputa, en el PRI igual, pero cuando uno ve la coincidencia de los diferentes
temas, el PAN y el PRI están muy a favor
de la democratización de las delegaciones, evidentemente por una conveniencia
legítima y política, que es compartir el poder y creo que si los vemos desde
este punto de vista ellos también están preocupados porque si lo hacemos en
esta correlación de fuerzas que existen en la Asamblea Legislativa y sólo se
redujera a que la Asamblea se convirtiera en el Constituyente, entonces ellos no tienen una representación
importante y yo les concedo razón porque debe ser una discusión cualitativa no
cuantitativa y en ése sentido si se hace un Constituyente, deben participar el
Senado, la Cámara de Diputados y por qué
no, representantes de otros estados de la República, los Congresos Locales,
líderes de opinión.
En su charla con Expediente Ultra |
EU: Sobre todo los estados
que tiene que ver con la periferia del DF y que les pega su problemática...
ATP: Por supuesto que van a comprometerse y les va a impactar. Yo
creo que si se abre ése Constituyente y se hace más de carácter deliberativo y
no se hace un Constituyente mecanizado donde simplemente se va a aprobar la
propuesta de alguien del partido mayoritario, si realmente se considera una
concepción moderna, eficaz, democrática de un Estado, de un nuevo Estado dentro
del marco
constitucional, entonces sí vale la pena, pero ahora el PAN ya nos
dice: no quiero Constitución Local porque así como estamos no les conviene.
EU: ¿O sea que en actual
contexto al PAN no le conviene que haya Constitución?
ATP: Así es, ni al PRI, en la
ciudad. Si se deja sólo al Constituyente en el rango de la ciudad a ellos no
les conviene
EU: Pero es una
incongruencia, el pedir avances a nivel nacional y quedarse truncos en el DF.
¿No le parece?
ATP: Yo vi que avanzaron mucho
en el PAN, incluso sus diputados participaron de una manera excelente en los
diferentes foros porque ahí es donde uno
puede percibirlo y en su discurso. Döring ha sido muy enfático, hay diferencias
en temas importantes como el de la Hacienda Pública, él defiende algo que tiene
cualquier municipio, por ejemplo que se dé la oportunidad a las delegaciones de
que administren los recursos por el pago de derecho de predial, el impuesto que
más recaba la ciudad para las finanzas locales, pero a ahora se concentra a nivel de gobierno de la ciudad. Nosotros
decimos que se siga concentrando en el gobierno de la ciudad porque es
eficiente, se ha mejorado la recaudación fiscal, la recaudación tributaria,
pero que se replantee la forma de distribución a las delegaciones. Y entonces
¿qué tenemos qué hacer?, en otras palabras, que el gobierno central y sus dependencias
tengan menos dinero y lo distribuyan a las delegaciones. Y en parte les concedo
la razón aunque técnica y operativamente para que las delegaciones se volvieran recaudadoras
del impuesto predial creo que necesitaría muchos años para que funcionara esto.
EU: ¿Se puede lograr una
reforma de los ciudadanos más que de los partidos políticos?
ATP: Yo creo que la reforma será de los ciudadanos pero hay que
tener cuidado no hay que ser demagógicos. ¿Cómo van a participar los ciudadanos
en esta reforma? Porque es un discurso fácil, agradable y electoralmente
rentable, pero lo van a hacer a través de sus representantes, de sus gobernantes.
¿Quién decide la Reforma Política, en términos institucionales? El Congreso de
la Unión, la Cámara de Diputados, la van a votar ahí, y después vamos a votar
las leyes reglamentarias y todo el entramado jurídico aquí, en la ciudad.
Entonces, realmente los ciudadanos sí participan. ¿Cómo? Tomando conciencia del
tema, organizándose para respaldarlo,
debatiendo los temas torales de la próxima Constitución, yo creo que ahí es
donde los ciudadanos tendrán gran peso en la próxima Constitución o el
instrumento jurídico que se genere, para
que sea decidido por los capitalinos.
Ahí no me gusta la posición del
PAN: no Constitución pero sí participación de los ciudadanos, entonces ¿cómo
los va a dejar participar? Por el momento ya no van a participar porque ya estamos
inmersos los representantes y es un
modelo democrático legítimo, pero de
manera indirecta. En un Constituyente es cómo le das voz, pero si dices: no hay
Constitución ¿cómo quieres que participen los ciudadanos? Entonces creo que se
ha vuelto una retórica un tanto cuanto demagógica que suena bien, pero los ciudadanos tienen que participar en
el reconocimiento de problemas y la construcción de propuesta. Si hay una Constitución tenemos que hacer lo
que el pueblo mande, si sólo se reduce a los intereses políticos de quienes
estamos en la clase política y en los poderes públicos, va a ser un fracaso.
Tonatiuh González. Los priístas brillan por su ausencia. |
EU: En este doble lenguaje de
panistas y priístas ¿no estarán de trasfondo las reformas energética y fiscal
como monedas de cambio?
ATP: Totalmente, a mí me lo comentaron,
aunque no lo reconocen, no voy a decir nombres, pero me dijeron: Mira, depende
de la Reforma Energética, de la Reforma Hacendaria, Financiera, si aprobamos o
no la Reforma Política. Y me dijeron también: coincidimos mucho con las
propuestas que se están generando entre ustedes de la parte que habla de la
centralización del PRD y debe darse un debate al seno de su partido, pero nosotros vamos a esperar. Y tenemos la línea de esperar la Reforma
Energética y Hacendaria. Ahora, ya se reinstaló la mesa del Pacto por México y ya dijeron que un tema que va en la agenda es el de la Reforma Política.
A mí la verdad es que me da gusto saber, y sobre todo por la Comisión que
presido, que nos tomaron en cuenta porque perciben la presión política y social, creo que es lo que ellos han sentido como una
advertencia, el mensaje de que vamos a
hacer una consulta pública con los ciudadanos. Siento que ellos ya están
tomando muy en serio el tema y lo tendrán que desvincular de la negociación del
país. Nada tiene que ver una cosa con la otra. No les podemos negar estos
derechos plenos a los capitalinos sino se aprueba la Reforma Energética, sino se aprueba la Reforma Hacendaria.
EU: Políticamente no es fácil
darle con la puerta en las narices a ocho millones de habitantes…
ATP: Por supuesto, además es injusto, los priístas han tenido en la ciudad un apoyo
político importante. Histórico, a diferencia del PAN cuya votación
ha bajado mucho, pero el PRI tiene un voto duro histórico que se mantiene, pues hay gente que cree en ellos. Y yo pienso
que si dicen estarse renovando también tienen que renovar su posición respecto
a la Reforma Política y cumplir, pero no
como condicionante.
EU: Planteó el Jefe de
Gobierno en su iniciativa, una
Constitución popular, democrática, republicana ¿No choca esto con el
proyecto que se está manejando del otro lado del proyecto del poder público?
ATP: Sí, definitivamente, es contrastante, por eso la oportunidad
histórica, ojalá lo logremos, de tener nuestra propia Constitución dentro de
todo el marco general de la Constitución de la República y hacer innovaciones. Pero
necesitamos ser autocríticos y
necesitamos ser congruentes. Yo no puedo pedir democracia y federalismo allá,
pero en la ciudad actuar de otra manera como se ha venido haciendo en los
últimos años, particularmente en la
anterior administración de Marcelo Ebrard, donde hubo un
desconocimiento, un ninguneo, si se me
permite el término, los Jefes
Delegaciones lo padecimos en términos presupuestales, no hubo una apertura para
hacer una Reforma Administrativa que sí se puede hacer, nosotros tenemos un
documento que se creó desde hace tres años y le denominamos Reforma
Administrativa, donde todos los Jefes Delegaciones de aquel momento hicimos una
serie de propuestas para modificar cinco leyes locales y hacer una serie de
ajustes a las disposiciones jurídica en la ciudad para tener mayores
atribuciones.
Yo creo que si Mancera dijera:
voy a retomar esa Reforma Administrativa antes de la Reforma Política, hablaría muy bien de él, eso sería una gran
congruencia. Porque insisto que el discurso de que participen los ciudadanos,
de que sea popular, de avanzada, hay que
contrastarlo con la vía de los hechos, y en la realidad, en los hechos, creo
que hay cosas que todavía hay que mejorar en la propia ciudad, siendo objetivos.
EU: ¿Cómo tratar de
involucrar realmente un consenso social a favor de una Constitución Republicana
y de cara a la nación?
ATP: Creo que primero hay que definirse políticamente; cuando el doctor Mancera dice que está a favor
de éste tipo de Constitución o de estas características, también hay que definirse
con quién se coincide. Si se habla de las izquierdas, ¿a qué izquierdas se
refiere?, ¿a la del PRD que tiene una
competitividad electoral importante?, ¿a MORENA, a la del PT, a la de
Movimiento Ciudadano, a cuál se refiere? Porque si hay que prefigurar nuestro
entorno para entonces saber. Yo a ciencia cierta le puedo decir con todo
respeto, no sé exactamente cuál es la posición del Jefe de Gobierno, no sé si
sea la recopilación de una serie de ideas y proyectos que ha presentado la
sociedad civil; creo que por ahí va, y está bien. Pero siento que hay que darles forma, no se pueden
presentar de manera dispersa. Pongo un ejemplo: ya presentó su propuesta de Reforma Política,
pero ésa es del doctor Mancera, no es del PRD, porque el doctor Mancera no está
afiliado al PRD, y tampoco se tomó en consideración lo que hicimos en los
foros.
Entonces: ¿de qué estamos
hablando?, ¿hasta dónde vamos a permitir
la participación de los demás si de los poderes públicos reconocidos también
tenemos cierto sesgo? Pienso que esto se va a lograr dándoles mecanismos
institucionales y vinculatorios a los ciudadanos en la participación, y
que la representación del Constituyente
venga jurídicamente reconocida para que no sea como sucede: “denos su opinión y
a ver si nos gusta o no”. Es imprescindible tener una identidad política. El
doctor Mancera debe tener una identidad política, tiene qué decirnos ya qué es: si es perredista, si es amigo de
Andrés Manuel; o sea, hacia dónde va, para que nosotros podamos entender cuál
es el proyecto político.
Denuncia un injusto trato presupuestal al D.F. |
EU: Darle claridad y rumbo a
los ciudadanos porque si no va a ser una mezcolanza indescifrable…
ATP: Claro, porque el que con todo mundo quiere quedar bien, como
dicen coloquialmente, guardando la proporción de la comparación: el que a dos
amos sirve, con uno queda mal. Y en este caso el doctor Mancera se
tiene que definir y decir: sí, comulgo
con los principios políticos, con el programa de acción política del PRD; que
lo diga o que diga que no y en qué partes quiere discutirlo; tiene todo el peso
moral, la posición política para meterse a la discusión interna del PRD. Pero eso
de estar por fuera negociando, haciendo propuestas importantes para el país, y reconozco el talento que tiene, creo que le
hace falta una parte de asesoramiento que le permita la discusión, la
retroalimentación sobre temas de política nacional fundamentales. Saber cuál es
su posición en el proyecto de Reforma Energética, está bien lo que asuma, pero
que nos la diga: ¿es la del PRD, es la de MORENA? Ya expresó que apoya lo que dijo Cárdenas. Pero esas
declaraciones no mandan señales claras y a mí me parece una actitud cómoda,
propia de una zona de confort; es decir,
el PRD me da el registro, trabajé para gobiernos perredistas, me hacen
candidato del mismo, ganó por el PRD, porque ganó el PRD, y cuando uno se compromete con un partido
tiene que seguir su programa de acción política.
EU: Última pregunta: usted
está en el parteaguas de toda esta reforma que puede ser histórica, casi a la par de la de 1917, ¿
cree usted que dadas las condiciones que
se están reflejando en estas consultas, en estos foros, pueda haber una nueva
Constitución para el Distrito Federal el año entrante?
ATP: Yo creo que sí puede
haberla, no sé si el año entrante, ojalá fuera en esta legislatura de la propia
Asamblea Legislativa no por asunto de propio egocentrismo, pero creo que las
condiciones políticas están dadas y estamos en una fase en que se requiere de la participación de todo el
país para aceptar la Reforma Política, donde hay una deliberación, un debate, lo que
no se pudo dar antes. Desde mi punto de vista, hay propuestas serias, viables. Hay debate, en el
sexenio pasado no hubo debate, hubo todo un cuestionamiento sistemático y
permanente al presidente de la República porque desde nuestro punto de vista
era ilegítimo. Entonces no había esas características que permitían que se
alinearan todos actores políticos e institucionales y que se hiciera una
agenda. Eso si hay que reconocerle a Peña Nieto, que hizo una agenda y dijo:
vamos a debatirla y puso la Reforma Energética, la Reforma Hacendaria, la
Reforma Educativa, estos temas que bien decíamos, pues si los puso pero si no
se consensa, si no se acuerda con los sectores involucrados, si hacemos una Reforma
Política, ¿quiénes son los primeros afectados o beneficiados?, pues los
capitalinos.
Por eso debemos promover leyes
sin violentar las tesis básicas para su procesamiento; es decir, si voy a
hablar de sexo servicio pues invito a los representantes conocedores del tema y
no me aviento un paquete a mi juicio, a mi interpretación. Pienso entonces que
si esto se cumple, las cosas podrían armarse de una mejor manera. Y en este
caso yo veo que sí está la disposición, por lo menos así lo han dicho el líder
del Senado y de la Cámara de Diputados y los de los tres partidos. El
Presidente de la República lo ha confirmado, ya lo dijo también el Secretario
de Gobernación, ya lo dijo el Jefe de Gobierno, ya lo dijimos los demás. Yo
creo que sí hay condiciones para que se haga esa reforma y tiene que ser en
éste periodo.
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