…2010-1910-1810
La innegable existencia de lasRevoluciones Femeninas
Por Elvira Hernández Carballido
La
posibilidad de avance parece pequeña. No obstante si las mujeres consiguieran
movilizarse en todos estos espacios de oportunidad, no para candidaturas sino
con una estrategia de denuncia, de presión, de propaganda contra esos políticos
que hay que señalar, si se hiciera una inmensa campaña de información, casa por
casa, explicando al mal gobierno, las mujeres en 2010 podríamos dar un buen
susto a los dueños de la vida y dineros de México, para hacer honor a las
celebraciones centenarias de la Independencia y la Revolución. Veremos. (Sara
Lovera, periodista y feminista mexicana)
Reflexionar sobre tres fechas
representativas en la historia de México y en la vida de las mujeres es el
objetivo que obligó e invitó, propuso, provocó, inspiró y logró el libro titulado 2010-1910-1810. Revoluciones femeninas
editado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y coordinado por
Sandra Flores Guevara, Elvira Hernández Carballido y Josefina Hernández Téllez.
En un conteo que invita a revisar
nuestra memoria histórica, que reta a volver al ayer para atisbar lo que las
mujeres hemos logrado o retrocedido en tres periodos significativos en México,
que prefiere una cuenta regresiva para que no olvidemos lo logrado pero tampoco
enterremos lo que falta.
Es
así como en la primera parte del libro, es precisamente Sara Lovera quien cuestiona
si 2010 es realmente simbólico para las mujeres. Por su parte, Josefina
Hernández Téllez enjuicia también la situación femenina en México y la quimera
de la equidad de género. María Cruz García Sánchez hace un recorrido
representativo de la presencia de las mujeres en el ámbito político en este
siglo XXI. Y Otilia Sánchez hace referencia a una de las problemáticas que
sigue causando debates y enfrentamientos como en la interrupción del embarazo.
Aimée Vega Montiel cuestiona lo que ha pasado con las mujeres mexicanas a 100
años del movimiento revolucionario y a 200 de la lucha insurgente:
¿Qué y cómo
reflexionar acerca de la contribución de las mujeres a estos procesos, cuando
su actividad ha sido invisibilizada por la HISTORIA PATRIARCAL, que nos ha
contado el desarrollo de nuestro país desde la perspectiva masculina? Hago esta
afirmación pues, cuando pretendemos conocer la participación de las mujeres en
los movimientos libertarios de nuestro país,
protagonistas de los festejos del Bicentenario, nos enfrentamos no sólo
a una escasa obra sobre el tema, sino a un tratamiento poco afortunado en los
textos de historia, en los cuales las mujeres son retratadas como sujetas
pasivas, sumisas y hasta locas, y sólo acompañando las tareas de los grandes
protagonistas de la Independencia y de la Revolución Mexicana.
En la segunda parte, Elvira Hernández
Carballido y Alfredo Carmona, hacen un
recorrido para descubrir la presencia femenina en 1910. Dharma Reyes Canchola
comparte la historia de dos mujeres cineastas, que se decía tenían en su poder
las llaves de San Juan de Ulúa. Silvia Rodríguez Trejo describe la figura de la
soldadera. Gloria Hernández Jiménez los testimonios femeninos a través de la
fotografía. Angélica Reyna expone el texto “La brújula del que hizo referencia
a la sexualidad femenina y al control de la natalidad. Rosa María Valles aborda
a Hermila Galindo y la acompañan en el texto la doctora Silvia González Marín y
Rosa Ma. González. Raquel Barceló expone la importancia del Congreso feminista
en Yucatán. Rosalinda Sandoval Orihuela recupera a una mujer hidalguense que
cautivó a la sociedad de la época, María Luisa Ross. La palabra escrita
recuperada en la literatura hace visible a un personaje femenino que Norma
Esther García analiza. Carlos Mejía Reyes y Raquel Ramírez Salgado, herederos
de la perspectiva feminista, recuperan la herencia de la Siempreviva. Destaca el minucioso análisis de los corridos y la
presencia femenina que realizó Francisca Robles:
Las mujeres pueden identificarse con
indicios explícitos a través de los datos que los mismos corridos aportan, así
se encuentran mujeres:
- con nombre y apellido
(Juana Gallo, Modesta Ayala)
- sólo con nombre (La Valentina, La Adelita, La Martina)
- sin nombre y sin
apellido sólo con ocupación (La Rielera)
- sólo con su sello
distintivo (La Güera Chabela, La Chinita)
- con su cargo (Las Coronelas)
- con su castigo (Las Tres Pelonas)
En
la última parte, Josefina Hernández Téllez interpretará
las condiciones educativas de la población femenina en esa época. Layla Sánchez
Kuri presenta un recuento sobre la participación de las mujeres insurgentes y
Elsa Ángeles Vera reflexiona sobre esa misma presencia femenina, Sandra Flores
Guevara y Mauricio Ortiz Roche describen el perfil de Leona Vicario. Finalmente
Vicente Castellanos y Elvira Hernández Carballido analizan a una mujer seductora
y la manera en que enfrentó las injurias por aceptar públicamente ser
partidaria de la lucha insurgente, la Güera Rodríguez.
María Ignacia Javiera Rafaela Agustina
Feliciana Rodríguez de Velasco Ossorio Barba Jiménez Bello de Pereyra Fernández
de Córdoba Salas Solano Garfías, nació el 20 de noviembre de 1778. Se casó tres
veces y tuvo siete hijos. Además de su
bella y su carisma, ¿qué hizo de doña
Ignacia una mujer inolvidable? Seguramente los rumores y certezas de que fue
amante de muchos hombres le dan ese toque sensual e inquietante a su vida. Sin
duda, un factor determinante fue mostrar abiertamente ante la sociedad de la
Nueva España su gran simpatía por el movimiento insurgente. Ayudó a transportar
armas y posiblemente donó dinero para la causa.
Públicamente alababa a Hidalgo y a Morelos. Por eso fue llamada a
comparecer ante la Inquisición y tuvo que exiliarse en Querétaro. La Güera
Rodríguez pasó sus últimos días en un convento, buscando la paz en su alma.
Murió en el año de 1850, a los 71 años.
Salud
por este libro que representa en el compromiso serio de los estudios de mujeres
en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Además otro de los grandes de
esta obra es que involucró no solamente al Cuerpo Académico de Ciencias de la Comunicación
y profesoras de asignatura de dicha área académica, sino que invitó a
investigadores de otros espacios académicos de esta universidad así que hay
presencia de Sociología y Demografía, Historia y Antropología Social, Ciencia
Política y Administración Pública, así como de otras instituciones de educación
superior como la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad
Veracruzana, e integrantes del feminismo mexicano como Sara Lovera, cuyo texto
marca la pauta de esta cuenta regresiva de vivir el 2010, evocar el 1910 y
memorizar 1810.
En 2010, no esperamos una
revuelta, para nada, a pesar de las predicciones. Continuará la violencia y nos
llenaremos de discursos vacíos, usando sin entender ni reconocer la historia,
esa que nos heredó el liberalismo y la política social.
Lo interesante es que si habrá
debate, amplia difusión y respuesta a lo acontecido en torno al derecho a
interrumpir un embarazo, colocado en la agenda legislativa federal y que podría
influir en los resultados electorales.
Sandra
Flores Guevara, Elvira Hernández Carballido y Josefina Hernández Téllez, 2010-1901-1810.
Revoluciones femeninas, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México,
2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario