No existen vacunas contra
la corrupción policiaca
El Secretario de Seguridad Pública detalla el proyecto a futuro iniciado en el Instituto de
Formación Profesional y que permitirá dotar a Hidalgo de una
policía de primer nivel, y confiesa que a pesar de las agresiones del crimen organizado, está dispuesto a dar la vida por los hidalguenses
Por
Erick Moreno Monter
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EU
La
ola de violencia que azota al país desde el inicio del sexenio de Felipe
Calderón hasta nuestros días, pone de
manifiesto los deficientes programas en materia de Seguridad Pública a lo largo
y ancho de la República Mexicana: ejecutados, levantados, desaparecidos, desmembrados
y cualquier otra aberración que va en contra del sentido humano, son el pan de cada día para los mexicanos.
No hace
falta ir lejos para que la sociedad se entere de casos de corrupción. Desde la mordida por pasarse un alto, hasta los
pagos millonarios y en dólares a funcionarios vinculados con los cárteles y
grupos delictivos asentado en todo el país.
En
el Estado de Hidalgo, una de las respuestas al clamor desesperado de la
sociedad que pide seguridad y tranquilidad, es la creación del Instituto de
Formación Profesional. Un ambicioso proyecto que el gobernador, José Francisco Olvera Ruiz y el licenciado
Damián Canales Mena, han puesto en
marcha con el objetivo, claro y preciso,
de abatir a la delincuencia. Para saber más detalles al respecto
Expediente Ultra entrevistó en exclusiva al titular de Seguridad Pública,
Damián Canales.
Expediente Ultra: ¿En qué consiste el proyecto de
seguridad pública que ha emprendido el estado de Hidalgo?
Damián
Canales: Los hidalguenses estamos construyendo una de las mejores instalaciones
para los cuerpos de seguridad pública. Queremos decirles cuánto y qué tan
importantes son para esta sociedad. No queremos instalaciones de lujo, pero sí
unas instalaciones dignas, cómodas, modernas y confortables y que los policías
sientan que son piezas importantes en
esta sociedad. Contamos con el mejor plan de estudios a nivel nacional. Es una
licenciatura que se cursa en el Instituto (de Formación Profesional), con
materias teóricas en 3 años, y prácticas
profesionales que se tienen que efectuar en alguno de los municipios del Estado
y duran 2 años más, sirviendo a la policía estatal, desde luego.
Estamos
hablando de 80 materias que en suma son 600 horas más de clase de lo que
normalmente se le da a un estudiante de licenciatura en cualquier escuela
pública o privada. Comprende todas las áreas que tienen que ver con el derecho penal, son 5
ejes. La convocatoria se emite con la esperanza de que cada vez se interesen
más jóvenes. Es una magnífica oportunidad porque hay muchos jóvenes con deseos
de estudiar y por razones de carácter económico no pueden trasladarse a otro
municipio, a la capital o a otra entidad federativa, donde tendrían que pagar un hospedaje,
colegiatura y alimentación. Aquí se les
da la beca, hospedaje y los estudios no tienen ningún costo. ¿Qué ofrecemos?
Que una vez concluidos los estudios de manera satisfactoria, van a tener un
espacio dentro de la Policía Estatal… ése es un compromiso ineludible. Hoy por
hoy es una de las mejores ofertas educativas, además es la oportunidad de
participar en un proyecto y una de las áreas más importantes. Hoy, la seguridad
pública es un tema prioritario para todos los mexicanos y así como está en
crisis, porque hay una verdadera crisis a nivel nacional, yo lo veo como un
campo de oportunidad, porque lo poco que
se haga, siempre y cuando se haga bien, va a poder lucir.
Aquí
estamos poniendo las bases para una policía muy distinta, una policía que pueda
resolver las expectativas y las esperanzas de volver a tener seguridad y
tranquilidad en el territorio nacional. Aquí esta una semilla que va a
germinar, pero que vemos con mucha responsabilidad. No estamos trabajando bajo
la pretensión de resolver la problemática de manera inmediata, aquí estamos con
un proyecto a mediano y a largo plazo. Décadas de descuido de la policía, un
descuido histórico, no se pueden resolver de la noche a la mañana. Quien piense
que se va a resolver este problema con una varita mágica o a la carrera, o con improvisación, o con ocurrencias, esta muy equivocado. Es
momento de que pensemos con mucha seriedad, estamos muy conscientes del
problema que hoy por hoy tenemos en materia de seguridad pública.
EU: El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública dice que la preparación promedio de los policías es de
bachillerato... eso demerita la autoridad. Con este proyecto, se abrirá más la
brecha entre policías viejos y nuevos. ¿Vale la pena rescatar a los policías
viejos?
DC:
Se debe de trabajar en dos vertientes: con los policías que hoy forman parte de
los cuerpos de seguridad, si bien, coincido en que debe de haber una
depuración, porque no todos son buenos y en contrapartida, no todos son malos.
Tenemos que escoger quiénes son institucionales, leales, quiénes quieren ser
policías y quiénes están ahí por un salario o peor, protegiendo al crimen
organizado, infiltrados y proporcionándoles información. Y por otra parte, hay
que formar nuevos policías, trabajar de manera paralela. No hay otra manera de
trabajar. Formar nuevos policías lleva tiempo. Y mientras, ¿qué hacemos? ¿Dejamos
vacías las corporaciones? No es posible. En Hidalgo hemos llevado a cabo un
proceso de depuración de las policías. Y hoy por hoy, si bien, cabe la
posibilidad de que todavía haya gente infiltrada, yo puedo asegurar que la gran
mayoría, son gente que esta sirviendo lealmente a los hidalguenses.
En
cuanto a que se puede ir abriendo la brecha, pues lamentablemente sí,
lamentablemente sí. En otros lados convocan a personas que cuenten con una
licenciatura trunca. Aquí estamos reclutando jóvenes que hayan terminado el
bachillerato y con requisitos más rigurosos de los que solicitan en cualquier
universidad pública o privada. Límite máximo de 25 años de edad, 8 de promedio
en sus estudios, evaluaciones de control de confianza, no tener antecedentes
penales, no tener antecedentes en el registro nacional de seguridad pública,
residencia mínima de 3 años en la entidad para poder ingresar. Y algo muy
importante, para poder mantenerse en el Instituto y seguir recibiendo la beca
que consta de $5000, necesitan mantener el promedio mínimo de 8. ¿Por qué? Los
hidalguenses están haciendo una grandísima inversión en esta policía, en
promedio podemos hablar de entre 450 mil a 500 mil pesos que se van a invertir
en cada uno de ellos. Lo menos que deben recibir los hidalguenses es un policía
bien preparado, no uno que más o menos haya aprendido a hacer las cosas. Lo que
los hidalguenses exigimos es que ese policía tenga una preparación de buena… a
excelente, menos no. Y si no, pues con la pena, en cuanto vemos que no pueden
con las materias que componen el plan de estudios, tienen que salir de la
institución. Un grupo no se puede detener por aquellos que no tengan la
capacidad para poder cursar la licenciatura.
Damián Canales Mena, no titubea, no hace aspavientos, no
conversa moviendo las manos, no pierde la postura. No se sorprende, vamos… no
hace gestos. Espera con mesura, habla lo que piensa, pero también piensa lo que
dice. Conoce los datos de arriba para abajo. Tiene la información en la punta
de los dedos.
Detrás de él, susurra un aire acondicionado que no
enfría, ha sido programado para mantener la temperatura por encima de lo
habitual, en caliente… Así, en caliente para hablar de Seguridad Pública.
Sobre las gavetas superiores de su escritorio, las gorras
de todos los agrupamientos que componen la Secretaría de Seguridad Pública del
Estado de Hidalgo. El teléfono a la mano. Sobre la nariz, anteojos; a través de
éstos, la mirada de alguien que ha visto –con toda seguridad- cosas que nunca
lograremos imaginar.
EU: ¿Cómo se puede evitar que más tarde, estos policías
se conviertan en un grupo profesional de mercenarios al servicio del crimen
organizado? Ya pasó antes con el ejército…
DC: Yo
siento una gran admiración por el Instituto Armado… por la Marina, pero
lamentablemente se han dado a conocer casos de corrupción de altos mandos en
ambas instituciones. Yo creo que aquí no hay vacunas como para asegurar que van
a ser incorruptibles, lo que buscamos es tener una formación muy sólida, donde
diariamente estemos insistiendo en los principios, en los valores, en la
lealtad, en la disciplina, en el sentimiento de pertenencia a una institución,
que participen en los honores a la bandera y que sientan que la Patria es
primero. La Patria es primero y por ello debemos de luchar, sentirnos policías
en lo más profundo de nuestro ser. Solamente así vamos a poder hacer las cosas.
Si no lo hacemos, vamos a seguir teniendo la pésima imagen de corruptos,
prepotentes, arbitrarios, deshonestos y últimamente se ha agregado un
componente: traidores y desleales a las instituciones. Esta crisis nos da la oportunidad de resurgir y de
resurgir para hacer las cosas bien. De otra manera nunca nos va a reconocer la
sociedad.
EU: En otros países la gente admira y respeta a sus
policías, a sus fuerzas del orden público… aquí nos referimos a los policías en
tono despectivo. Hay quien dice que “hay que estudiar, el que no estudie a
policía va a llegar…”
Al escuchar, el Secretario esboza una sonrisa,
definitivamente irónica… pero sonrisa al fin. Y responde sin chistar.
DC: Yo
tengo un sueño y aún cuando ya no esté en esta Institución, quiero ver una
policía distinta, en mi Estado y a nivel nacional. En España la policía es muy
reconocida, en el Reino Unido… los mexicanos somos capaces, lo que no tenemos
son buenas políticas públicas. Caemos en la desesperación y queremos resolver
una situación muy compleja de manera muy rápida. Si a nivel nacional sembramos
esta semilla, bien cuidada, tiene que germinar. Los policías que se quieran
preparar al vapor están destinados rotundamente al fracaso, de eso que no nos
quepa la menos duda. Las policías, más o menos, habían funcionado antes de que
hubiera este problema de la delincuencia organizada. Si hoy les damos una preparación
sólida en las aulas, una preparación académica, y agregamos la experiencia que
adquieran en las calles, necesariamente vamos a tener un mejor producto. Con
mejor reclutamiento, mejor selección, buena formación, buenos instructores,
buenos académicos, buen plan de estudios, tendrán que haber buenos policías. Es
un proyecto de mediano y largo plazo, pero no tengo la menor duda de que el Estado
de Hidalgo se va a convertir en un referente a nivel nacional en materia se
formación policiaca, cada vez estoy más entusiasmado y garantizo que vamos a
darle a los hidalguenses la mejor policía a nivel nacional.
EU: Es apenas lo correcto, ¿no? Si tomamos en cuenta
que los grupos delictivos se han venido
profesionalizando, pues apenas es menester de las autoridades capacitarse en la
misma medida…
DC:
Vamos en esa dinámica. Es un plan de estudios perfectible, no perfecto. Le he
pedido al director del instituto que no deje de perfeccionar el plan de
estudios. No podemos casarnos con una idea y pensar que es la única… el
progreso de los estudiantes es un aliciente grandísimo que obliga a poner más
empeño y más recursos en su formación, porque creo que van a dar muy buenos
resultados.
EU: Algunos efectivos del Ejército dicen: “llegué por la
Cartilla y me quedé por la tortilla”, no hay vocación de servicio en muchos
casos. En la policía, ¿hay vocación? ¿Hay que fomentarla?
DC: La
beca puede ser un atractivo, pero yo creo que en los primeros meses nos damos
cuenta si alguien es falto de disciplina. Aquí tiene que haber disciplina, no
somos militares, pero tampoco somos del todo civiles. Tenemos que acatar
órdenes. Si alguien no tiene verdadera vocación, cuando comenzamos a impartir
las materias del primer semestre, no podrán aprobarlas. La dificultad de las
materias y de las prácticas, nos ayudarán a advertir si alguien tiene la
verdadera vocación o no. Esto lo vemos en los primeros meses, si es que los
primeros filtros llegaran a ser engañados.
El Secretario de Seguridad Pública, ahonda en las
ventajas que promete este nuevo proyecto de seguridad, de formación, de
capacitación policiaca. Garantiza la obligatoriedad de superarse de acuerdo con
el formato del Sistema Nacional de Carrera. Los policías tendrán la obligación
de concursar mediante exámenes para acceder a un grado superior y con ello, a
mejores prestaciones.
También reconoce que la brecha se abrirá más y más, la
brecha entre policías preparados, capaces, y los antiguos elementos de
seguridad pública. Hace especial hincapié en las debilidades de las policías
municipales, donde “contratan gente que muchas veces no tiene ni la primaria”,
acepta el peligro que esas prácticas conllevan pues “se pone en peligro al
policía y a la ciudadanía” “espero que esto pronto se detenga… no podemos
taparnos los ojos”.
EU: Se le ha escuchado decir de manera muy sentida: “yo
amo a mi Estado”, “mi compromiso es con los hidalguenses”, ese tipo de
expresiones los coloca bajo la lupa para conocer los resultados. Porque el
discurso es uno y el progreso tiene que ir acorde… ¿en qué condiciones se
encuentra el Estado de Hidalgo en materia de seguridad pública?
DC:
Damián Canales siempre va a contestar con mucha sinceridad y habría que hacer una comparación: desde el momento
en el que yo llegué al Estado a sustituir a un Secretario Seguridad Pública que fue privado de la vida, al momento actual,
salvo la mejor opinión de todos los hidalguenses, hoy estamos en una situación
totalmente distinta. He afirmado que estuvimos al borde del abismo, al borde
del precipicio, de ese tamaño lo veo.
Había un alto grado de vulnerabilidad y descubrí tristemente una gran
corrupción, una gran infiltración principalmente de los altos mandos. Hoy
afirmo que la gran mayoría de los policías, por eso me siento tan fortalecido y
tan respaldado, tienen puesta la camiseta y están luchando por la seguridad de
su estado. Yo encabezo los esfuerzos de la policía, pero no soy quien
físicamente realiza las diligencias y hace las investigaciones. Son ellos.
Todos
vamos con un gran compromiso, hoy por hoy, no nos han logrado amedrentar, nos
han agredido de manera artera y cobarde. Pero no han podido hacernos dar un sólo
paso hacia atrás. Hoy más que nunca veo a una policía muy convencida de lo que
están haciendo, de cumplir con su deber, de que vale la pena jugarse la vida
por los hidalguenses. Y en el caso particular déjeme decirle algo que no son
palabras huecas, algo que me nace de lo más profundo del corazón… No me gustaría, pero si perdiera la
vida por la seguridad de los hidalguenses, ¡sería un orgullo!
La primera vez que me encontré con Damián Canales Mena,
alguien me dijo: “¿no te da miedo saludarlo? ¡No vaya a explotarle una bomba!”.
Lo tomé a la ligera. Ocasiones subsecuentes me dictaron que se trataba de un
hombre peculiar. No se entretiene en
dichos. Corto de palabras y hay quien sugiere que también es corto de
temperamento, parece un hombre de hechos.
Modesto de trato, viste sin lujos, atiende desde muy temprano y hasta muy tarde. Lo hace
en un despacho igualmente modesto. Solamente llama la atención la puerta blindada
de su oficina, muy similar a la bóveda de cualquier banco que le venga a la
mente.
Damián Canales Mena es el jefe de la policía de Hidalgo,
con la seguridad en sus manos y la seguridad que eso brinda, remata:
“El compromiso con la seguridad de los hidalguenses
es indeclinable, vamos a seguir trabajando con todo vigor, con todas las
fuerzas, con todo el compromiso, porque la seguridad de los hidalguenses va
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