miércoles, 5 de noviembre de 2014

SUCESIÓN SWINGER EN LA CUAUHTÉMOC

SUCESIÓN SWINGER EN LA CUAUHTÉMOC

Con sus más de cinco mil giros negros y su ambulantaje asentado en las principales guarniciones del Centro Histórico, la Delegación Cuauhtémoc es un codiciado botín que los políticos perredistas pelean con uñas y dientes, como es el caso del ex titular de esa demarcación y actual diputado federal, José Luis Muñoz Soria, el célebre coleccionista de autos de lujo, que en la persona de su actual pareja, Verónica Olvera, busca retornar al control de su mina de oro, aliado con el actual titular, Alejandro Fernández, quien dócilmente acata los lineamientos de jefe político por cuya lealtad ha dado la espalda a su antes protectores y líderes de Izquierda Democrática Nacional (IDN), René Bejarano y Dolores Padierna.


Atrapado en los terrenos del Dios Baco y entregado a una vida sibarita, el delegado en Cuauhtémoc ha terminado por ceder todos los bártulos de la conducción delegacional a Muñoz Soria, al grado de permitirle el uso y abuso de los recursos asignados al Programa de Inclusión y Corresponsabilidad Social, mediante el cual se canalizan apoyos por 500 pesos al mes, mediante una tarjeta plástica, a gente de la tercera edad, madres solteras y demás población vulnerable y que comprenden un universo de 14 mil beneficiarios en toda la demarcación.

Hace unos días se puso al descubierto un fraude con la clonación de dichas tarjetas de tal forma que cientos de beneficiarios al acudir a cobrar su beneficio social se enteraron que sus saldos estaban en ceros no obstante haber dejado remanentes de depósitos anteriores no utilizados en su momento.

De hecho, fue la propia empresa que opera el manejo de los plásticos la que alertó sobre las irregularidades. Operadora de Programas de Abasto Múltiple S.A. de C.V.( OPAM), informó a la directora de Recursos Materiales de la delegación, Jimena Martín del Campo Porras y esta a su vez a Fernández Ramírez, de lo que sucedía y cuyo responsable en esos momentos del área de apoyos era Salvador Javier Ruiz, a quien movieron recientemente a la Jefatura de Servicios Generales.

Lejos de tomar seriamente el asunto, el delegado optó únicamente por remover al encargado directo de la correcta aplicación del programa, Edgar Doroteo quien ocupaba el cargo de Director de Desarrollo Social, pero no lo despidió sino que le dio en premió de consolación la Dirección Jurídica. En su lugar y para no creerse, arribó nada menos que la pareja de Muñoz Soria, Verónica Olvera, con lo que quedó más que comprobado que el delegado en vez de castigar la corrupción, la premia y hasta alienta.

El asunto que ya ha atraído la atención de asambleístas de oposición puede llegar hasta los linderos de la Contraloría del Gobierno capitalino pues se considera como un delito grave el desvío de recursos para programas sociales. Pero esto parece tener sin cuidado a quienes sienten que la Cuauhtémoc es un feudo de su propiedad. De hecho, se comenta que el manejo ilegítimo, consentido y torcido de las 14 mil tarjetas del programa de asistencia a la población vulnerable, es una autorizada caja chica que Alejandro Fernández permite operar a favor de Muñoz Soria.

De hecho, ambos personajes se dan de manera cotidiana, vida de auténticos millonarios pues lo mismo se la viven en la parranda que viajan de manera constante al extranjero (como lo muestran las gráficas publicadas por este medio). Uno de los recientes viajes de placer fue el que realizó el diputado federal con su pareja a la ciudad de Otawa, Canadá. Ambos, se la pasaron felices y contentos, por lo que personal de la delegación se pregunta de manera insistente de dónde saca Muñoz Soria los abundantes recursos para viajar al extranjero y mantener un tren de vida que, como él mismo acepta, le permite comprarse BMW´s de 57 mil dólares. Extraoficialmente se comenta que muchos de los recursos para darse tales lujos, pueden estar siendo sustraídos de las tarjetas clonadas y de las que dependen para subsistir cientos, miles de familias de escasos recursos.

El grado de afinidades, señalan empleados, es tal, que fue el propio Alejandro Fernández, ‘‘El Potrillo’’, quien presentó, hace un par de años, a Verónica Olvera, su ex pareja, con Muñoz Soria, al tiempo se consolidó la actual relación del diputado con la ahora flamante Directora de Desarrollo Social. Empero, todo apunta a que, en efecto, hay un acuerdo tácito entre Soria y Fernández, para impulsar la candidatura de la señora Olvera para el año próximo, con lo que la sucesión swinger estaría en marcha afianzando los intereses creados de este grupo para conservar los privilegios y la mina de oro que les ha representado la Delegación Cuauhtémoc. Para ambos personajes, no hay duda, lo que ocurre a su partido en el entorno nacional, les importa un cacahuate. Ellos van a lo suyo.

Mientras tanto, los faltantes en las tarjetas clonadas siguen esperando que alguna autoridad investigue a dónde han ido a parar los millonarios desvíos en lo que se ha especializado el ex delegado, pues no debe olvidarse que siendo candidato a la Asamblea en 2009, utilizó 32 mil plásticos con su nombre y la leyenda ‘‘Seguimos gobernando juntos’’, a un costo de 105 millones de pesos para el presupuesto delegacional, por lo que sus opositores le acusaron de cometer un claro delito electoral, al no haber rotulado en los plásticos la leyenda de que se trataba de un programa de carácter social y público. (Ricardo Arellano).

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